Melilla ha registrado en los últimos días un repunte en la entrada de menores extranjeros no acompañados, coincidiendo con la antesala de las fiestas patronales, lo que ha incrementado la ocupación del centro tutelado por la Ciudad Autónoma hasta cerca de su capacidad máxima.
A preguntas de los periodistas, la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, ha informado de que en estos momentos hay cerca de 180 menores extranjeros no acompañados en el centro de La Purísima, casi el mismo número que el máximo de plazas del pliego de condiciones.
No obstante, la situación no es "crítica" porque, tal y como ha recordado Garbín, el centro está preparado para utilizar las zonas comunes como dormitorios en caso necesario, lo que incrementa la capacidad que ofrecen los cuatro módulos de primera observación.
Ha avanzado que, igual que se ha hecho en ocasiones anteriores, la Ciudad Autónoma utilizará esas zonas comunes para acoger a más menores, si se siguen registrando entradas como en los últimos días, en los que ha habido una media de cuatro o cinco diarios, llegando incluso a ocho en una sola jornada.
Estos menores suelen ser marroquíes con edades comprendidas entre los 15 y 17 años.
La Ciudad Autónoma analizará los movimientos que se registran en el centro de menores en cuanto a las bajas y las altas para comprobar si este repunte está relacionado con las fiestas patronales y una posible intencionalidad de aprovechar la recogida de las atracciones que vuelven a la península cuando termine la feria el 8 de septiembre.
Otros años ha sido así, aunque últimamente no se estaba dando ya esta tendencia, según Garbín, que ha recordado la imposibilidad de prever los movimientos de la inmigración de adultos y menores, ya que hace dos semanas el centro de la Purísima se había registrado una bajada importante y una estabilizaciones del número de acogidos.
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