El perfil de los menores tutelados por la Diputación Foral de Gipuzkoa ha cambiado considerablemente desde el inicio de la crisis. Basta mirar a las cifras para comprobar que la llegada de menores extranjeros no acompañados (MENAS) se ha reducido a la mitad desde el año 2007, y que la de los autóctonos tutelados ha crecido en un 50% desde ese mismo año. Esta nueva realidad ha obligado al Departamento de Política Social a "reordenar los pisos de acogida a la infancia y a la adolescencia", así como a establecer nuevos criterios, tal y como explicó ayer el diputado de la rama, Ander Rodríguez, ante las Juntas Generales.
Según afirmó, no se cerrará ninguno de los 34 centros operativos en el territorio, pero comunicó que tres de ellos, dirigidos a menores foráneos hasta ahora, serán reconvertidos para acoger a los lugareños. Pero no solo eso. La Diputación aumentará el número de educadores que trabajan con estos jóvenes, con el mismo fin de dar respuesta al nuevo panorama abierto tras la crisis.
Tal y como explicó el diputado, la red de acogimiento residencial "tuvo que ser montada en 2008 a salto de mata" y ello hace que, hoy, "no todos los centros" cumplan con los ratios que marca el decreto que regula los recursos de acogimiento residencial. En este sentido, adelantó que cada uno de los centros contará con un responsable y que habrá un director pedagógico por cada cuatro pisos.
Otra de las novedades es que se suprimirán los centros de acogida de urgencia en los que se atendía a los menores autóctonos que eran separados de sus familias. El director de Protección a la Infancia, Jon Lasa, argumentó que estos muchachos pasaban entre "dos o tres meses" en estos pisos, hasta ser evaluados y posteriormente derivados a los centros de base. Y durante este tiempo, precisó, "desarrollaban un apego con sus educadores, lo que les producía un doble trauma cuando eran separados de ellos".
Para evitar eso, a partir de ahora, los menores que tengan que salir de su hogar familiar irán directamente a los centros básicos, en los que habrá plaza de urgencia para estos casos.
Rodríguez indicó que el proceso de readecuación de la red ha supuesto una reducción de 60 plazas, aunque ello no supondrá el cierre de ningún centro. "Es necesario ser prudentes y disponer siempre de un margen para abordar posibles incrementos o cambios de tendencias", aseguró, para añadir que la estructura actual "es flexible y tiene margen para atender a la demanda".
El responsable foral de Política Social anunció que todos estos cambios entrarán en vigor el próximo 1 de julio y confió en que revertirán en la atención de estos niños y adolescentes, a quienes se refirió como "hijos de Gipuzkoa".
ACOGIMIENTO FAMILIAR El diputado aprovechó la ocasión para recordar la "firme apuesta" de su departamento por priorizar el acogimiento familiar frente al residencial.
Según informó, 300 hogares guipuzcoanos acogen actualmente a menores y subrayó que, por primera vez , se necesitan más voluntarios. Faltarían unas 25 casas para cubrir las necesidades actuales. Rodríguez invitó a los interesados a acercarse a la asociación Beroa para conocer su trabajo. Noticiasdegipuzcoa.com