Asturias registró el año pasado una menor llegada de menores extranjeros no acompañados. Conocidos en el argot técnico como Menas, estos jóvenes, que llegan a la región procedentes de otros países, la mayoría sin documentación ni permiso de residencia, han sido siempre un quebradero de cabeza para la Administración regional.
El problema estriba en que la unidad de primera acogida de referencia, la del Centro Materno Infantil, de Oviedo, ha sido escenario de conflictos. Los jóvenes, en su mayoría rozando la mayoría de edad, llegan a Asturias con la idea de conseguir dinero rápido para enviar a sus familias y les cuesta adaptarse a una rutina de formación y horarios.
De acuerdo a la Memoria de 2011 del servicio de Infancia, Familias y Adolescencia, a lo largo del año pasado fueron 51 -50 chicos y una chica- los Menas que llegaron al Principado, un 32% menos que sólo doce meses antes.
Por nacionalidades, Marruecos sigue siendo el lugar de procedencia habitual, con 41 menores de dicha nacionalidad. Muy por detrás queda Senegal, desde donde sólo llegaron cuatro menores, así como Guinea y Ghana (con dos casos cada uno), así como Congo y Camerún, que sumaron un expediente, respectivamente.
11 casos sin estudiar
De todos ellos, la gran mayoría llegaron a la región con los 17 años cumplidos -así figura en 18 de los 51 expedientes-, mientras que el otro gran colectivo -con 12 expedientes- es el de 14 años.
Pese a haber bajado el volumen de extranjeros, lo cierto es que la memoria refleja que 11 de los menores acabaron el año sin que el Principado pusiera en marcha ninguna medida protectora.
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