Son jóvenes, principalmente inmigrantes, que no tienen trabajo ni un entorno familiar que pueda mantenerlos. Algunos han pasado anteriormente por un centro de menores extranjeros no acompañados pero otros, por escaso margen de tiempo, no pueden cobijarse bajo la tutela de las instituciones públicas por ser ya mayores de edad cuando llegaron a Vitoria. Los más afortunados encuentran un empleo, y los que no, acaban recurriendo a los servicios sociales de base. Cada vez son más en esta situación.
Las ayudas a los jóvenes sin recursos que concede el Ayuntamiento de Vitoria han aumentado tan sólo en un año un 36%. El pasado año hubo 400 beneficiarios más que en 2010, pasando de las 1.224 concesiones a las 1.673. Las subvenciones están destinadas a toda la población menor de 25 años que haya quedado fuera de la Renta de Garantía de Ingresos, y que no tenga apoyo familiar o que viva en un entorno de exclusión social. Sin embargo, los receptores tienen un perfil claro: son hombres de nacionalidad extranjera, solteros y sin estudios.
Por otra parte, el Consistorio habilitó en 2011 un teléfono para denunciar posibles fraudes cometidos en las ayudas concedidas por los servicios sociales de base, entre las que se incluyen también las ayudas a la vivienda. De las 275 notificaciones recibidas, se suspendieron 26 prestaciones, mientras que 60 se están todavía investigando.
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