El Pleno de la Asamblea de Ceuta debatirá en su Sesión Ordinaria de este mes a instancias del primer grupo de la oposición, la coalición localista Caballas, una propuesta para que el Ejecutivo local que preside Juan Vivas (PP) se comprometa a instar a la Delegación del Gobierno en la ciudad y al Ministerio del Interior a reabrir el paso fronterizo de Benzú, ubicado en el extremo norte del perímetro que separa la localidad española de Marruecos.
Dicho paso fue clausurado "definitivamente" en octubre de 2002 por el último delegado de los Gobiernos de Aznar en la ciudad, Luis Vicente Moro, debido a los "constantes" problemas de Orden Público que se registraban en la zona y a que las autoridades lo consideraban el principal punto de entrada de inmigración ilegal y Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) a Ceuta.
Así, Caballas considera que "las razones de seguridad ciudadana esgrimidas en su día para justificar el cierre han perdido vigencia" y que las Fuerzas de Seguridad del Estado "están actualmente en condiciones de garantizar la tranquilidad con la reapertura del paso y las indudables ventajas que conllevaría".
Los localistas han recordado en la argumentación de su iniciativa que "los agentes económicos y sociales se han pronunciado en reiteradas ocasiones a favor de la reapertura del paso de Benzú, que en su momento llegaron a utilizar unas 4.000 personas al día, como una medida de reactivación de las relaciones económicas entre Ceuta y el Norte de Marruecos, así como una forma de aliviar el tránsito diario por el puente del Biutz y la frontera del Tarajal".
Desde la independencia de Marruecos, en 1956, el de Benzú ha venido siendo un paso tolerado para los habitantes del cercano pueblo marroquí de Beliones, a los que la delimitación territorial del término municipal de Ceuta afectó singularmente al finalizar el Protectorado, quedando 'aislados' al fondo de la bahía del mismo nombre, y para sus niños escolarizados en territorio español.
El resto de ciudadanos, así como todas las mercancías que sin aduana comercial y en el marco del denominado 'comercio atípico' se llevan decenas de miles de marroquíes sobre sus espaldas a su país desde Ceuta por un montante anual de aproximadamente 1.500 millones de euros, deben cruzar la frontera por el Tarajal, donde casi a diario se registran largas colas.eleconomista.es
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