La noche del viernes al sábado, en el Centro Materno Infantil se produjo una nueva agresión, según informó el sindicato CSIF. Si hace unas semanas, tal y como adelantó EL COMERCIO, la Policía tuvo que acudir al centro, en el parque de Invierno, por una agresión entre internos, ahora ha sido un educador el damnificado: un menor de origen magrebí le agredió mordiéndole en una mano, arañándole en el cuello y dejándole un esguince de rodilla tras dos fuertes patadas.
Para el sindicato, no se trata de una agresión aislada, «sino que es un más de las muchas que tienen que soportar los trabajadores del centro desde que la Consejería de Bienestar Social prescindiera del vigilante de seguridad». Dicen que los trabajadores se «ven sometidos a insultos, amenazas y agresiones constantes; en una situación terrorífica».
De ello, según la CSIF, tiene constancia la consejería. «El 2 de febrero hubo una reunión con la directora general de Políticas Sociales, Patricia Arce, para reclamarle la necesidad de reponer el servicio de seguridad en el centro. Ante la situación expuesta, decidió pedir la dotación de un vigilante de seguridad para el centro Materno Infantil, aunque a día de hoy aún no lo hay», recrimina el sindicato en un comunicado hecho público.
Consumo de drogas
El consumo de sustancias estupefacientes y alucinógenas y la inmadurez de algunos jóvenes son las causas que generan estos problemas, según el sindicato. Colocarse con disolvente es uno de los problemas más habituales. También el 'efecto llamada'. «Muchos de los menores inmigrantes no acompañados, marroquíes en su mayoría, llegan a Asturias diciendo que quieren ir a Sograndio, donde van los menores que han delinquido. El problema está creado y parece que nadie le quiere poner solución».
La que propone el sindicato a corto plazo pasa por «la restauración inmediata de la figura del vigilante de seguridad y a medio plazo, la coordinación entre la Dirección General de Justicia y la Consejería de Bienestar Social para evitar esa llamada. Si no denunciaremos por la vía penal».
El ataque al educador llega en un momento de gran tensión en el Materno. La presencia de un grupo de jóvenes violentos lleva un mes generando problemas. El caso más grave fue el apuñalamiento leve a un compañero, otro menor marroquí objeto de un severo caso de acoso. La plantilla ya advirtió en aquel momento que la situación «irá a más». El tiempo le ha dado la razón.