DONOSTIA. El director foral de Migración no es ajeno a la realidad que rodea a los asentamientos de rumanos en el territorio guipuzcoano. "Es preciso garantizar unas condiciones de dignidad mínimas", defiende Nanclares. Se muestra convencido de que los jóvenes marroquíes que estuvieron tutelados y se deslizan ahora por la pendiente de la exclusión son "víctimas de la política de cupos que se llevó a cabo en la legislatura anterior".
¿Qué opina sobre el centenar de gitanos rumanos que vive bajo la Autovía del Urumea?
Es una situación que no es precisamente la más deseable. La realidad que vive el colectivo gitano venido de fuera de Euskal Herria habrá que abordarla y canalizarla.
¿Pero están trabajando en ello?
Es un colectivo complejo. Desde esta dirección nos hemos puesto en contacto con diferentes personas de etnia gitana, porque antes de actuar es importante conocer al sujeto y saber la realidad que le rodea, con el fin de garantizar unas condiciones de dignidad mínimas.
No parece fácil trabajar con este colectivo.
Sí, es una realidad compleja. Todos los asentamientos no son iguales, ni la situación de las personas que los ocupan es la misma. Nuestra dirección es de reciente creación, y estamos estudiando esta y otras realidades. Tenemos definidas líneas de actuación, y otras en las que estamos trabajando. Quiero aprovechar desde aquí para lanzar un llamamiento a la participación ciudadana. Para nosotros es muy importante apoyar e impulsar el asociacionismo de personas inmigrantes.
¿Hay jóvenes magrebíes que estuvieron tutelados por la Diputación y se han quedado ahora en tierra de nadie?
Son víctimas de la política de cupos que se llevó a cabo en la legislatura anterior, al traer a chavales de Canarias. Se ha demostrado que al alcanzar la mayoría de edad, esos chavales no han contado con los instrumentos suficientes para acometer una vía de inserción.
No fue precisamente una coyuntura sencilla. ¿Usted que habría hecho?
Habría puesto muchas objeciones a la política de cupos. En cualquier caso, hay que destacar que estas personas son, por encima de todo, menores, por lo que la ley de protección del menor debe tener siempre prioridad por encima del origen.
¿Plantean alguna solución para estas personas?
Estamos trabajando en ello. El Departamento de Política Social anterior solo trabajaba desde un punto de vista asistencial, y el nuevo modelo integral que proponemos quiere romper esa barrera. Estamos ideando otro modelo de acogida para menores extranjeros no acompañados, y esperamos ponerlo en marcha lo antes posible.
La situación actual, en todo caso, dista mucho de la que se registró durante la legislatura anterior, en la que se sucedían las urgencias…
Sí, ahora hay 67 menores llegados de fuera de la Unión Europea…
Convendrá que la 'patata caliente' se la comió el gobierno anterior…
Sí, es cierto. Pero aquella situación no estuvo bien gestionada, y acabó trayendo problemas a nuestros pueblos y nuestras ciudades porque había muy pocos instrumentos para dar respuesta a aquellos chavales. Aquella gestión creó una alarma. Por eso creo que somos las propias instituciones las que alimentamos el germen de la xenofobia y el racismo con nuestras propias actuaciones. Noticias de gipuzkoa
