Inmigrantes menores de edad sin autorización para residir en España podrán ser sometidos a pruebas de ADN para evitar fraudes de familias que llegan con niños que en realidad no son sus hijos, informó el jueves el gobierno.
El acuerdo, suscrito entre las autoridades y la fiscalía de menores, solo estaría vigente en Melilla, el enclave español situado al norte de Africa, y está pendiente de un protocolo de actuación que garantice su viabilidad jurídica. La intención es que entre en vigor en enero de 2013, aseguró Irene Flores, directora de comunicación de la delegación del Gobierno en Melilla a The Associated Press.
El objetivo es que todos los niños y los que dicen ser sus padres que llegan sin permiso de residencia a España a través de Melilla -africanos en su mayoría- pasen una prueba de ADN para comprobar el vínculo familiar.
Flores dijo desconocer si este protocolo funciona en otras partes del mundo pero señaló que existe una "casuística demostrada de fraudes" que justifica la decisión.
En caso de que el ADN demostrara que no hay relación paterno-filial, la fiscalía asumiría la tutela del menor.
Flores precisó que en el pasado ya se practicaron pruebas de paternidad cuando existían sospechas fundadas de algunas personas que aseguraban tener hijos para evitar su expulsión.
Los extranjeros acompañados de hijos menores de edad son alojados en unos centros especiales gestionados por organizaciones no gubernamentales, gozan de libertad de movimiento y tienen más facilidades para regularizar su situación en el país.
Actualmente hay 101 niños en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla.
Por el contrario, los inmigrantes adultos que llegan solos ingresan en los llamados Centros de Internamiento para Extranjeros, donde pueden permanecer recluidos mientras se tramita su expulsión hasta un máximo de 60 días.
La grave crisis económica que aqueja a España ha frenado la llegada masiva de inmigrantes al país ibérico que, sin embargo, sigue siendo la puerta de entrada más cercana a Europa desde el continente africano.
En España residen unos 5 millones de extranjeros, 12% de la población.
